El Neuromarketing nos pone a prueba

¿Qué piensas cuando compras un producto?

Nos gustan los colores llamativos, los dibujos abstractos… y sin darnos cuenta, cuando vamos a comprar, elegimos un producto simplemente porque nos gusta. Toda la publicidad, que vemos y oímos, tiene efectos inimaginables sobre nuestro comportamiento cerebral, nuestras emociones o nuestra conducta. Averiguar que niveles de atención prestamos a un anuncio es lo que estudia el Neuromarketing.

El equipo de neurosciencemarketing.com lo define como:

“La aplicación de la neurociencia al marketing. Incluye el uso directo de la imagineuromarketingnería del cerebro, el escaneo y otras actividades cerebrales que puedan ser medidas con tecnología para mesurar las respuestas de un sujeto a productos específicos, empaques, publicidad u otros elementos del marketing. En algunos casos, las respuestas medidas por estas técnicas no son conscientemente percibidas por el sujeto, su data puede ser más revelador que sus reportes personales en encuestas o en grupos.”

Hay que aclarar, que el Neuromarketing no puede manipular la mente ni las voluntades de las personas, tan solo ofrece datos sobre cómo el cerebro procesa la información y los estímulos que recibe del exterior. De estos informes se dotan las tiendas y los supermercados, para saber cómo nos resulta más agradable comprar.

¿Qué ha demostrado el Neuromarketing?

  • neuro-marketingLa decisión de comprar no es un acto racional. En realidad solo necesitamos unos segundos para tomarla y en ese momento el cerebro siempre responde de forma emocional.
  • El 90% de la información que percibe nuestro cerebro es visual y los colores tienen significados: el azul trasmite compromiso, el rojo se asocia con la valentía, y el negro con la elegancia.
  • La música de la tienda afecta a la forma de comprar. Una canción tranquila hará que te tomes tu tiempo, y una más intensa hará que actúes rápido, sin pensar.
  • El olor del sitio influye en el recuerdo y en la sensación de estar en ese lugar.
  • ¡No a las marcas! Queremos saber en qué me beneficia ese producto y cómo influye en mi vida, no el propio nombre del producto.
  • Desde pequeños recibimos estímulos que se van quedando en nuestra memoria y nos condiciona como adultos a la hora de actuar.

A la hora de comprar un producto podemos tener sentimientos de satisfacción, sorpresa, felicidad o frustración, según nuestra forma de percibirlo. Por eso, cada vez más empresas están interesadas en hacer estudios de neuromarketing, para conocer más a fondo los sentimientos y las reacciones que producen sus marcas en los consumidores.

 

 

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